jueves, 16 de junio de 2011

¿Cuándo va a poder el Arte dejar de ser escandaloso para ser visible?

El hombre, la mujer. Parecemos seres muy blandos y delicados. "El tránsito de las visceras, venas y sangre por las costillas. Todo prieto bajo la piel tan fina y transparente. Cómo es posible que no explote todo. La contención de la piel, como un dique, es asombrosa. Un artificio que mantiene viva la magia de la vida. Pero siempre existe el deseo de abrir la piel con un cuchillo afilado, abrir las costillas como si fueran páginas de un libro y acariciar las finas venas como si fueran cabellos estallando entre los dedos, repletas de sangre." Esa piel tan fina y transparente impide que el cuerpo se desborde y es precisamente la contención, como un dique, lo que causa tanta admiración. Las Obras de Arte tienen en sus superficies un "material" parecido a la piel que las mantiene prietas y contenidas y somos nosotros, al verlas, los que deseamos abrirlas y descifrarlas. El problema del "Arte" escandaloso, tan de "moda" desde hace más de 100 años, es que se derrama, se desborda sin control, empapando el "suelo", las "paredes" y hasta el "aire". Y parece que si no estamos empapados hasta las rodillas de todo ese derramamiento y nos salpica a la cara cuando caminamos, las Obras de Arte son invisibles. Parecemos seres muy blandos y delicados, y puede que alguna vez nuestra superficie fuera fina y transparente, pero la potencia y el derramamiento de los medios de comunicación masivos, nos han empapado los cuerpos y los sentidos, y nos han enquistado las informaciones en los poros, y de ahí ya no sale ni entra nada. Sólo el Arte puede gritarnos si nos salpica y nos empapa como lo hacen los medios masivos, y las manifestaciones delicadas y efímeras se nos escapan entre las manos, hay que hacer un verdadero esfuerzo para verlas, y después, sentirlas.

¿De quién es la culpa?, ¿de los artistas que han perpetuado este derramamiento?, ¿de los medios de comunicación que nos han enquistado los sentidos o de nosotros mismos, por no saber apartar la cabeza de la pantalla? Para mi no hay culpables, sólo suciedad muy pesada. Y espero que esas manifestaciones artísticas tan sutiles y efímeras, puedan sobrevolar el panorama tan pesado del Arte contemporáneo, y elevarse hasta posarse en nuestras cabezas. Ya es bastante pesado el mundo, como para que el Arte también lo sea.

Ensayo publicado en el número XI de la revista Ícaro Incombustible